Muchas veces callamos omitimos o simplemente olvidamos en nuestro subconsciente algunos pensamientos o sentimientos pero lo que no sabemos es que estos quedan simplemente como recuerdos, recuerdos que muchas veces nos hacen reír, llorar, pensar, sentir aunque hasta quizás odiar, pero no los podemos controlar ya que estos aparecen de la nada y siempre con las cosas mas cotidianas de nuestro día a día, como el olor del perfume del señor que no paga su pasaje en la micro, las zapatillas del escolar que conversa animado con su amigo o la canción que suena en mis oídos que me recuerda episodios en los cuales quizás al cantar aquella canción sonreía mirando el horizonte y hoy solo la escucho y me rio de aquellos que sonríen enamorados mirando por la ventana, la gran pregunta seria porque sonrio al observarlos, debe ser mi pensamiento que me dice que se donde acabara aquella sonrisa o el simple hecho de pasar por eso y estar en periodo de sanarme, bueno aun no me siento preparado para responder eso.
Pero que pasa cuando hay recuerdos que no nos permiten avanzar hacia alguna historia que si se debe escribir en esto que llamamos vida? Nos saltamos etapas y vivencias que son obligaciones por las cuales debemos pasar o de un modo mas simple de decir nos saltamos recuerdos que deben existir para poder asociar a nuestra vida actual cotidiana.
Nuestra vida, nuestro día a día creo sinceramente que se mueve en base a recuerdos pero no nos damos cuenta a causa de lo que llaman rutina porque digo esto, simplemente porque cuando vamos a alguna parte llegamos de manera inconsciente porque nuestro recuerdo nos dice por donde ir para llegar a nuestro destino, pero todo se vuelve un problema cuando se nos hace rutina recordar algunas cosas.
Una vez leí sonríe que alguien se puede enamorar de tu sonrisa, y hoy solo pienso cuando por rutina me hecho perfume en las mañanas “perfúmate que alguien por tu perfume puede tener un bello recuerdo”…
